Un reciente fallo judicial en Azul reaviva un debate penal profundo: ¿qué mensaje transmite la justicia cuando absuelve frente a delitos que afectan directamente al trabajo rural?
En este caso, un hombre acusado de abigeato fue absuelto a pesar de que existían pruebas que vinculaban su accionar con el robo y faena de un animal en un campo de Loma Negra. El productor afectado halló restos del animal a metros de la vivienda del imputado, junto con rastros que coincidían con los animales del establecimiento. Sin embargo, el tribunal no consideró suficiente la prueba para arribar a una condena.
Frente a esta situación, el abogado penalista Jonatan Oliva, titular del Estudio Jurídico Oliva y Avendaño, expresó:
“Este tipo de decisiones generan un mensaje peligroso: cuando no hay consecuencias, se habilita la repetición del delito. No se trata solo de una pérdida económica, sino de una señal de impunidad que desalienta a los productores y debilita la confianza en el sistema judicial.”
Desde el estudio reafirmamos nuestro compromiso con la defensa de los derechos de las víctimas y el acompañamiento de quienes, desde el interior del país, sostienen la producción y el trabajo diario en el campo.
El delito de abigeato no solo compromete bienes materiales, sino que afecta la seguridad y el esfuerzo de comunidades enteras. Por eso, creemos que el derecho penal debe ofrecer respuestas firmes, equitativas y eficientes. Fallos como este nos recuerdan la importancia de seguir trabajando por una justicia que escuche, proteja y actúe.